Esta etapa la hicimos gran parte de noche a oscuras, con una linterna y los bastones al estilo de los invidentes para no tropezar. Llegamos a Miraz a las 10, y tuvimos que esperar hasta las 12 que abriesen el albergue. Este, ha sido uno de los mejores del camino, no sólo por la amabilidad de los hospederos, todos ingleses, además, por las instalaciones, todo estaba muy limpio, la cocina estaba completamente equipada con horno y microondas, y además, a las 7 nos servían el desayuno allí mismo. Si pasas por aquí, no dudes en pasar la noche en el albergue pues la etapa hasta Sobrado es muy larga.