Para quitarnos el tramo de la carretera, optamos por coger un autobús hasta Cudillero, por lo visto, un pueblo muy bonito, con mucho encanto. Después de un rato bajando por sus calles, llegamos al puerto pesquero. No sé si fue por mi rodilla y la cuesta, pero la verdad, es que no me pareció gran cosa. Volvimos a subir hasta El Pito, para enganchar con el camino de nuevo.
En esta etapa, pasamos por la playa de Concha de Artedo. Y ahí hicimos una parada para comer y bañarnos. La comida la compramos en Cudillero, unos bocadillos y fruta.
Continuamos el camino hasta Soto de Luiña. El albergue de Soto de Luiña es una antigua escuela. Es muy bonito. Está bien cuidado y limpio. Coincidimos con una chica irlandesa que se nos unió el resto del camino, y unos chicos de Cáceres que nos acompañaron hasta Luarca.
Y fin de una etapa de 40’9 Km.