Hoy, es uno de esos días en los que solo quiero esconderme debajo de una piedra y no salir. Dejar que el día pase, de sol a sol, y no sacar la cabeza. dejar que pase…
Las mujeres somos cíclicas, nuestro ciclo menstrual marca en mayor o menor medida nuestros estados de animo o niveles de energía. Pues así estoy yo, como en una montaña rusa. Y si ayer estaba… relajada y bien, hoy estoy hecha un trapito.
Todo empezó esta mañana, con una niña a la que adoro, pero hoy me la iba a comer de verdad. rabieta al canto, portazos y forcejeos para conseguir que se vistiese, para luego desvestirse… al final, hemos acabado las dos muy nerviosas, llorando, tiradas por el suelo y llegando tarde al cole.
Cuando por fin ha entrado y he vuelto al coche, me he dado rienda suelta para soltar toda la tensión acumulada … uffff… normalmente la llevo bien, pero hay días (pocos) que se ofusca en algo y no hay manera. Ha sido la típica situación donde algunos padres dicen que un cachete bien dado quita todas esas tonterías, pero eso no me sale, ni se me pasa… es más, en lo más alto de su enfado, solo quería abrazarla para que se tranquilizase, pero bueno… no funcionó mucho en ese momento.
Y después… esta situación, este virus, esta incertidumbre. No sé que hacer con mi negocio. ¿Debería cerrar ya? Seguro que si… pero no quiero tirar todavía esta toalla, no quiero rendirme. Siento que, si sigo un poco más, si aguanto un mes más, un trimestre más… remontaré y conseguiré que funcione…
… aunque hoy, solo quiero esconderme debajo de una piedra.