En esta etapa hay varias subidas y bajadas, aunq nos las esperábamos tan fuertes que cuando ya estábamos arriba nos supieron a nada. Se alcanza la cota más alta del camino, 710 metros.
En Sobrado, nos esperaba el Monasterio cisterciense de Santa María de Sobrado. Merece la pena visitarlo. El pueblo tiene servicios de todas clases. Si vas a comer al bar Real, acuérdate de llevar el bañador y después te puedes quedar en la piscina municipal junto al bar. Los mojes son muy estrictos y a las 22h cortan la luz y cierran las puertas, así que hay que ir con cuidado. Nosotros compramos algo para hacernos bocadillos y cenar tranquilamente en el césped, viendo la puesta de sol.