Está mñn acabé de montar el ordenador, otro día pondré foto. Cuando volvía a casa no pude evitar emocionarme al ver a toda la gente en la calle, fuera de sus comercios, las niñas del mercadona, los hombre de la obra. Lo mismo me pasó al escuchar «No somos nadie«, con historias de la gente de la calle sobrecogedoras. Esto es tan triste….
Llamé a los niños para decirles q hoy no había clase, y por la tarde me planté (tras 1 hora de caravana) en el centro con Eva. Ah, casi atropello a un niño, salió de entre dos coches aparcados, q susto.
Momentos emotivos, cuando todo el centro estaba lleno de gente, y el único sonido q se escuchaba eran las palmadas de miles de personas sonando al unísono. O el minuto de silencio q hemos guardado.
Aznar ha conseguido por fin unir al pais. Estará contento de no presentarse a las elecciones, ya sabes, por eso de me voy antes de q me echen.
Dice Chicle en su web que Aznar, no contento con meternos en una guerra, nos la ha traído a casa.
En fin.
Ayer viernes era No somos nadie en Valladolid. Yo tenía mi invitación y mi sana intención de levantarme a las cinco para ir a hacer cola. En cambio tuve que escuchar la pena, la tristeza, las lágrimas de la gente a través de la radio del coche mientras iba a trabajar un día más.
Muchísimas gracias, señor Aznar, muchísimas gracias.
Si, fue un programa muy triste. Ya iran otro día por allí, así q guarda las intenciones de madrugar, q las necesitarás. Un beso